Anclaje positivo PNL: mi viaje personal hacia el bienestar.
Hoy voy compartir contigo una experiencia personal que se desvía un poco de la temática habitual del blog, pero siento que es el momento adecuado para hacerlo, y porque sí, porque hoy me levanté así y al final este es un espacio seguro donde poder compartir. Alla que voy:
Para poneros en contexto os diré que nunca me había sentido realmente atraída por la idea de ser madre. Aunque siempre disfruté pasando tiempo con niños, no me veía a mí misma en ese rol. No se trataba de inseguridades, sino más bien de una intuición profunda de que la maternidad no me traería la felicidad que otros describen. Sin embargo, hoy, mientras te escribo, han pasado exactamente 13 meses y 7 horas desde que me convertí en madre, y todo ha sido muy diferente a lo que imaginaba.
No voy a negar que el camino ha estado lleno de desafíos: dinámicas familiares tóxicas, depresión postparto, juicios externos, la culpa continua… Estos son problemas que a menudo acompañan a la maternidad y que ni quiero, ni puedo minimizar, sólo que hoy prefiero enfocarme en otro aspecto: lo abrumadora que puede ser la felicidad.
Ahora, al mirar hacia atrás, me doy cuenta de que (para mí). lo bueno de la maternidad ha superado con creces lo malo. La sonrisa de mi bebé tiene el poder de sanar años de dolor, culpa y duelo. Me ha enseñado a ser más compasiva, más amable, pero también más sincera conmigo misma. Ahora tengo claro lo que quiero y lo que no. He aprendido que mi importancia radica en lo que sucede dentro de mí, no en lo que ocurre afuera y que la vida es de quienes estamos presentes y conscientes.
Hoy puedo decir con certeza que soy feliz, que tengo lo necesario para serlo, y no lo digo yo, lo dice Martin Seligman, uno de los pioneros de la psicología positiva, que acuñó el término «PERMA«, un acrónimo que representa los cinco elementos clave que contribuyen al bienestar y la felicidad: emociones positivas, compromiso, relaciones positivas, propósito y logro.
En resumen, me siento plena porque mí maternidad ha cubierto estos cinco requisitos. Sin embargo, la felicidad también trae consigo temor. Te preguntas continuamente: ¿Qué pasaría si perdiera lo que tengo? ¿Seré capaz de conservarlo? E incluso te cuestionas quién eres ahora. Total, que me escuché lo suficiente para darme cuenta de que me había perdido en la maternidad y necesitaba espacio para mí, aunque solo fueran unos minutos de soledad.
Así que aprovechando las vacaciones familiares, en un momento en que mi bebé estaba distraído jugando en la arena con su padre, me escabullí para adentrarme en el mar, sola, lejos del bullicio. Practiqué una meditación flotante, una experiencia increíble que te recomiendo (te dejo un link por si quieres probarla) y al abrir los ojos, me encontré con la majestuosa vista del «Castillo d’en Plaja» y su entorno. En ese momento, supe cuánto necesitaba quedarme allí, disfrutar de un rato de paz, soledad y conexión conmigo misma. Resultó que ya conocía un ejercicio de PNL de anclaje y dije “pues adelante”😉.
Ahora, cuando lo necesito, cierro los ojos, coloco mi dedo índice sobre mi barbilla, y me transporto de nuevo a ese lugar. Siento el agua rodeando mi cuerpo, el sol calentando mi piel, el viento en mi rostro. El olor a sal y el sonido de las olas me envuelven, y ahí está, deslumbrante, el Castillo d’en Plaja. En ese instante, me reinicio. Entiendo que puedo con todo, que he llegado hasta aquí con esfuerzo, y que puedo mantenerme flexible ante los desafíos de la vida. Sé que soy resiliente y que, si alguna vez me rompo, siempre puedo volver a buscar mí PERMA.
Esta es mi historia, auténtica. Te confieso que me siento un poco mal porque ni quiero contar las veces que he escrito “yo” o “mí”, pero a veces es necesario poner el alma en lo que hacemos y hablar de temas más íntimos, y hoy es uno de esos días.
Ahora, te invito a probar un ejercicio de anclaje positivo para que tú también puedas regresar a tu lugar especial cuando lo necesites.
¿Qué es el anclaje positivo PNL?
El anclaje positivo es una técnica que consiste en asociar un gesto físico con un estado emocional positivo. La idea es que, al realizar este gesto en el futuro, puedas reactivar ese estado emocional cuando lo necesites. Es una herramienta poderosa para recuperar la calma, la felicidad o cualquier otra emoción positiva, en cualquier momento y lugar.
Cómo puedes aplicar el anclaje positivo en tu vida
Ahora te voy a enseñar a realizar este ejercicio de anclaje positivo, que puede ayudarte a recuperar el control sobre tus emociones y enfocarte en el presente:
- Elige un estado emocional positivo: Piensa en una emoción que desees experimentar más a menudo, como la calma, la tranquilidad o la felicidad.
- Recuerda un momento en que experimentaste esa emoción: Cierra los ojos y revive un momento específico en tu vida en el que sentiste esa emoción intensamente. Recuerda los detalles: ¿Qué veías? ¿Qué escuchabas? ¿Qué sentías?
- Intensifica la emoción: Mientras revives ese momento, enfócate en intensificar esa emoción. Imagina que cada aspecto de esa experiencia se vuelve más vívido y real, como si estuvieras viviendo ese momento nuevamente.
- Ancla la emoción: Cuando la emoción esté en su punto máximo, realiza un gesto específico con tu mano, como presionar suavemente el pulgar contra el índice. Este gesto será tu «ancla». Repite este gesto varias veces mientras te concentras en la emoción.
- Rompe el estado: Abre los ojos, mueve tu cuerpo y haz algo diferente para salir del estado emocional en el que estabas.
- Activa el ancla: Ahora, prueba tu ancla. Haz el mismo gesto y observa cómo te sientes. Deberías notar que la emoción positiva regresa.
- Repite el proceso: Cuantas más veces practiques este anclaje, más efectivo será. Cada vez que necesites regresar a un estado emocional positivo, puedes activar tu ancla.
Es posible, que con una sola vez de realizar este ejercicio te baste, y también es posible que tengas que hacerlo cien veces, y todo está bien.
¿Porqué en algunas personas los ejercicios de PNL funcionan inmediatamente y en otras no?
Los ejercicios de programación neurolingüística tales como el anclaje positivo, pueden tener diferentes niveles de efectividad según la persona debido a una variedad de factores:
- Estado emocional previo: La disposición emocional y mental de la persona en el momento del ejercicio influye significativamente. Si alguien está en un estado emocional negativo o está muy estresado, puede ser más difícil que el anclaje funcione de inmediato.
- Experiencias previas: Las experiencias pasadas de una persona pueden afectar cómo responden al anclaje. Si alguien ha tenido éxito con técnicas similares anteriormente, puede ser más receptivo. Por otro lado, una persona con experiencias negativas o dudas sobre la PNL puede tener más dificultades para aceptar y activar el anclaje.
- Nivel de confianza y apertura: Las personas que están más abiertas y confiadas en el proceso de PNL tienden a experimentar mejores resultados. La resistencia o el escepticismo pueden inhibir la efectividad del anclaje.
- Intensidad emocional del recuerdo: Para que el anclaje sea efectivo, es importante que el recuerdo o la emoción a la que se ancla sea lo suficientemente intensa. Si la emoción evocada no es suficientemente fuerte, el anclaje puede no ser tan efectivo.
- Preferencias sensoriales: Las personas responden de manera diferente a estímulos visuales, auditivos o kinestésicos. Un anclaje que no se alinea con las preferencias sensoriales de una persona puede ser menos efectivo.
Espero que con esta información te sea más fácil entender, y realizar este ejercicio las veces que sea necesario. Pero recuerda siempre que estoy aquí para ti.
Es decir, que sí no te funciona, sí tienes dudas o sí necesitas ayuda siempre puedes rellenar el formulario y preguntarme, te prometo responder lo más rápido posible.
En conclusión
El anclaje positivo ha sido un salvavidas en mi vida diaria, permitiéndome mantener la calma y el enfoque. Espero que para ti también sea útil y que te ayude a encontrar un refugio emocional al que puedas acudir cuando lo necesites. Recuerda que, al igual que yo encontré mi ancla en un momento totalmente inesperado, tú también puedes crear el tuyo en cualquier situación de tu vida.
Practica este ejercicio regularmente y descubrirás cómo puedes volver a tu estado de bienestar cada vez que lo necesites.
Si te ha resonado este ejercicio de anclaje positivo, te invito a dar el siguiente paso. Suscríbete a nuestro blog y recibe gratis tu Diario de Gratitud, una herramienta diseñada para ayudarte a cultivar emociones positivas y mantener un enfoque en el bienestar.
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